martes, 17 de mayo de 2016

EN PAZ


 ¿Porqué os hablo hoy de paz?  Sencillo, porque la paz es algo que se necesita tanto,  o más  que otros ” bienes de la vida”.
 Gozar de deleites pequeños y continuados producen cierta armonía. Una armonía o paz que solo nosotros mismos podríamos generar. Ya lo dijo el filósofo Séneca cuando hablaba de la felicidad.

               Es frecuente hoy día ver la cantidad de frustraciones a que nos vemos sometidos, solo porque nos hemos acostumbrado a derrumbarnos ante todo tipo de cambio desfavorable que nos suceda. Los cambios desfavorables que con más frecuencia nos atenazan se van a derivar de nuestra ambición  y estos destruyen la paz interior que necesitamos.

Podemos tener carencias importantes para que nuestro desarrollo personal sea exitoso, por ejemplo la falta de trabajo, la falta de una formación adecuada, la falta de vivienda estable, la falta de salud…… ¿carencias importantes? Por supuesto.  Pero muchas personas carecen de alguno de los importantes bienes que acabo de referir  y encuentran algo que le preserva de los enfrentamientos con los demás o consigo mismas.

Por eso hoy quiero hablar de la paz como un estado que debe imitarse, un modo  o estilo de vida que interesa practicar, repetir. Aprendemos a estar en paz, sí y por cierto muy  fácilmente, solo basta con imitar a quien haya integrado esa habilidad para gestionar su vida .Y os lo  aseguro hay muchísimas personas que lo hacen bien.

La paz es como ese traje que nos colocamos cada mañana . Es como el tipo de ropa que solemos colocarnos en función del tiempo, si hace frío nos abrigamos  y si por el contrario el calor es sofocante nos ponemos prendas más vaporosas. Así combatimos los cambios desfavorables del día a día y normalmente todos nos imitamos. Para tratar de que no se destruya nuestra paz también hay ciertos trajes o conductas o habilidades  que debemos utilizar. Más adelante seguiremos hablando de esto, pero hoy solo quiero dejar esta reflexión: es fácil  lograr que imiten nuestro estado de paz.