Lo raro, lo estrafalario o atípico, lo friki el salirse de la norma, la excentricidad ….todas ellas son expresiones que utilizamos habitualmente cuando queremos manifestar algo que no concuerda con nuestra manera de pensar, sentir o hacer.
La Real Academia de la lengua española define lo raro como algo que: Que se comporta de modo inhabitual. Extraordinario, poco común o frecuente. Escaso en su clase o especie. Insigne, sobresaliente o excelente en su línea. Extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.
En los conceptos de psiquiatría o psicología se asocia lo raro a un modo de ser especial y generalmente se ha podido tender a enlazarlo con algunos trastornos de la personalidad, o mejor dicho con ciertos modos de ser especiales que no siguen la norma, descontrolados, que deliran o tienen alucinaciones. En psiquiatría y desde esa perspectiva histórica del momento social en que se esté viviendo se ha asociado la rareza tanto a la enfermedad como con la genialidad. Algunas de las atribuciones que se le han dado son
- Enfermedad, molestia, extrañeza, peligro.
- Extravagancia, peligrosidad social.
La rareza es un concepto más bien estadístico “se es raro” porque te alejas de la mayoría, así que tan raro es algo que pueda ser positivo como negativo.
Lujo y rareza a veces se asocian. Suele ser algo común que personas muy adineradas busquen a toda costa poseer algo que no tenga nadie más, que sea poco frecuente, que se salga de lo común.
El coleccionismo se asocia a un tipo de personalidad a la que normalmente se vinculan acciones raras y en situaciones extremas podemos encontrar coleccionistas obsesionados o inmersos en manías que desde el exterior se perciben como excentricidades.
En cuanto al concepto de la rareza como enfermedad hoy día se asocia especialmente a
- Síndrome de Asperger las personas que lo padecen siempre manifiestan alguna extrañeza o comportamiento peculiar en relación con los demás tales como pensamiento reiterativos, rutinas absurdas.
- Trastorno Esquizotípico de la Personalidad las personas con este trastorno de la personalidad pueden tener creencias y comportamientos extraños, se aficionan tan fuertemente a estas creencias que esto les impide entablar relaciones interpersonales pero no están desconectados de la realidad y generalmente no tienen alucinaciones.
En general y en la época que nos está tocando vivir, se asocia la rareza tanto a aspectos a positivos como a negativos; pero vengo a proponer que tratemos de hacer que tenga más bien una apreciación positiva en especial cuando la condición de rareza se asocie a personas. Otra cosa es que nos provoque reacciones de miedo o riesgo. Evolutivamente esto es así y reaccionamos ante las personas raras con expresiones o mecanismos defensivos, apartándonos de su lado
Hagamos una reflexión, normalmente la tendencia es estigmatizar a las personas raras, por una cuestión meramente de protección, lo que es raro, es diferente, no lo dominamos, no lo conocemos, si hay un problema no tengo experiencia previa de cómo actuar ante esa rareza y lo normal es que lo apartemos de nosotros porque si esa persona es rara es tal vez buena, puede hacernos sombra y si es muy mala y muy diferente te puede condicionar el no saber como actuar ante ello. Sin embargo cuando la cualidad de raro está relacionada con las cosas, normalmente provoca reacciones más bien positivas por la característica de excepcional: un libro raro, un cuadro raro…
Finalmente pensemos también que lo raro provoca admiración de ahí que hoy día nos encontremos a muchas personas que por querer ser admiradas y provocar atracción en los demás actúan forzando comportamientos artificiosos o histéricos de una admiración no duradera y que fácilmente se reconocen como farsas.
Pero una conclusión, los verdaderamente raros, los que suelen tener una genialidad con un fondo genético difícilmente se ven a sí mismos como raros. Y si pensamos un poco todos los grandes avances de la humanidad han sido hechos por gente rara que se atreven a ir un poco más allá de lo posible.
Dejemos hoy aquí un mensaje por un lado de aceptación de los raros, pues si los tenemos a nuestro alrededor pensemos en que a veces ellos mismos pueden estar amargados, por verse excluidos y por otro lado de consideración de que determinados comportamientos o actitudes tienen mucho que ver con nuestra fortaleza, nuestra seguridad en nosotros mismos y que debemos mantener una tendencia abierta que nos haga entender que las rarezas son a veces consideraciones sociales o espaciales, dependen de en qué lugar estemos o que época nos haya tocado vivir para que seamos considerados atípicos .
Toleremos lo raro y aprendamos que el valor de la comunicación debe estar presente en nuestro propio crecimiento, ayudando a aquellos que se sientan excluidos o sufran las consecuencias de la rareza considerando que todos en parte, somos raros.
Noviembre 2012
Elisa Sampelayo
Psicología para que Avances
